viernes, 1 de julio de 2011

Las contracciones uterinas

Las contracciones uterinas son el motor mismo de la vida porque, en su sucederse rítmico a lo largo de toda la existencia, expresan dinámicamente el latido universal; a ese latido que, respondiendo al juego dual del universo, no sólo sostiene la vida desde su mismo origen, sino llegar a la fructífero final y desintegrarse en sus componentes esenciales.

Desde que nacemos, o mejor dicho, desde que nos formamos en el silencioso y abrigado refugio que nos ofrece nuestra madre, nuestro útero pulsa y en ese pulsar él madura se prepara para la misión que deberá cumplir a lo largo de toda nuestra existencia.

La menarquía ( primera menstruación) anuncia que el útero de la niña, ahora convertida en mujer, ha madurado lo suficiente como para preparar, dentro de sí, un nido donde pueda formarse un nuevo ser. Por eso, a partir de entonces, todas las funciones vitales del útero se expresan de un modo diferente, pues la presencia de la menstruación significa, aunque no lo percibamos, que el latido que sostiene al útero mismo se ha intensificado.

Cuando sobreviene el embarazo, son las contracciones las que estiran el segmento inferior para dar cada vez más capacidad al útero y así lograr que el ser que se está formando en su interior, disponga del espacio indispensable para madurar en todos sus aspectos.
y es también, gracias a las contracciones que el niño nace.
Después, gracias a las contracciones, sale la placenta junto con el resto de los anexos ovulares y se cierra la herida, reduciéndose al mínimo la pérdida sanguínea materna; y ahora que ya todo ese trabajo está cumplido, ellas se encargan de dar las últimas puntadas para que el útero y los genitales en general retornen al ritmo que tenían cuando, en el interior del vientre, preparaban el nido y expelían la sangre menstrual.

Con este enfoque vamos a recapitular, para que sepamos distinguir entre unas y otras:
1-Contracciones del embarazo: son contracciones que tienen objeto formar el segmento inferior para lograr que el útero no sólo tenga más capacidad sino que llegue a la maduración, dotado de todas las cualidades que se ponen en juego en el momento del parto.
2-Contracciones del parto: Debemos distinguir entre las contracciones del período de borramiento, las del período de dilatación y las del período expulsivo.

a- Contracciones del período de borramiento: La misión de estas contracciones es lograr que el cuello uterino se borre (desaparezca) por incorporación de sus fibras musculares al cuerpo del útero. Se trata de contracciones que, además de durar 20 a 30 segundos, dejan entre sí una larga pausa.
b - Contracciones del período de dilatación: Son las contracciones cuyo trabajo es lograr que el orificio del cuello uterino se abra hasta tener 9/10 centímetros de diámetro, para que el bebé pueda nacer. Estas contracciones tienen una regularidad, una intensidad, una frecuencia y una duración crecientes.
c- Contracciones del período expulsivo: Son las contracciones que, ayudadas por la prensa útero-abdominal, "empujan" al bebé a través del canal de parto hasta que sale al exterior. Son contracciones muy seguidas y acompañadas de deseos de pujar.

3- Contracciones del alumbramiento: Son aquellas que logran expulsar la placenta y los anexos ovulares, formando, además el globo de seguridad.

4- Contracciones del puerperio: Son las que logran que el aparato reproductor de la mujer retome el tamaño, el peso la ubicación y demás capacidades que tenía antes del embarazo.
Entre estas contracciones debemos mencionar los entuertos.
Se trata, por lo tanto, de contracciones que sobrevienen para que el organismo recobre las características que tenía antes del parto.



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